Debo serte sincero, esta es la página más complicada de escribir de todo el blog. Y lo es porque no voy a hablarte de cualquier cosa, voy a contarte una parte muy personal de mi vida… cómo empezó todo y cómo soy actualmente 😛
Mientras te escribo esto, tengo 39 años… Siempre he sido delgado… y en algunas fases de mi vida quizás demasiado. Como podría pasarle a cualquier persona que tenga mi misma constitución, he estado acomplejado con mi cuerpo. En invierno porque los pantalones largos nunca me han sentado bien.. piernas escuálidas, bolsas en el trasero.. y en verano, porque hay que «destaparse» y lucir cuerpo. Cuerpo del cual me avergonzaba.
Por mi constitución, las costillas se me notan demasiado y además sufro de pectus excavatum, sí, algo que no es nada vistoso por decirlo de algún modo. Puedes hacerte la idea, mi cuerpo era todo lo opuesto a un David de Miguel Ángel. Mido 1,77 m. y siempre he pesado en torno a los 60Kgs.
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Fracasando durante toda una vida en el gimnasio
Dime una cosa, ¿Cuántas veces te has apuntado al gimnasio?. Yo muchas.. desde que tenía 16 años aproximadamente cada mes de enero.. y cada mes de septiembre me decidía a dar el paso. Convencidísimo… En ocasiones hasta pagaba un año entero de cuota… si, quizás como tu, yo también he sido víctima de las ofertas y el marketing de las grandes cadenas de gimnasios que prefiero no nombrar. Te ha pasado también, no? Por ponerte un ejemplo, yo he llegado a pagar tirar a la basura 96€ por un 1 año de acceso al gimnasio.
Toda mi ilusión y ganas se venía abajo cuando después de varias semanas entrenando acababa desmotivado, aburrido… nunca conseguí resultados. Seguía la «rutina» que me daba el monitor del gimnasio el primer día… si si, esa que le daba a otras 150 personas… a todos la misma.
Daba igual el objetivo, tu experiencia, tu constitución. ¿Qué mas da si ya han cobrado mi dinero?.
También caí en la tentación de los batidos de proteínas.. y cuando me cansaba de ellos, a por los carbohidratos. De unos a otros y de otros a unos… Y lo peor de todo es que pasaban las semanas, los meses y los años… y yo seguía con mi cuerpo escuálido, huesudo… mis complejos seguían ahí, los veranos pasaban hasta que llegó un día que me cansé de todo.. y decidí tomármelo en serio.
Mi primer intento REAL para cambiar mi cuerpo (y resultados)
Hace aproximadamente 2 años… y por circunstancias de la vida conocí a un entrenador personal. Sí, de esos que tantas veces había oído hablar pero a los que nunca había prestado atención. ¿Por qué? ni idea… 🙁
Era una persona muy cercana a mi familia, quizás por eso, con la que pude confiar desde el primer momento. Le conté mi situación, mi historia.. mis fracasos. Atendió a todo lo que le contaba con mucho interés y eso hacía que me sintiera comprendido. Su respuesta fue muy esperanzadora… «tranquilo, confía en mi, tengo un plan«.
Quedé una tarde en su casa para volver ha hablar del asunto y ponernos en marcha de una vez por todas. Durante esa hora, «mi primer entrenador» me hizo una entrevista minuciosa. Me preguntó por mis hábitos alimenticios, mi trabajo, mi actividad diaria… mis objetivos, mi implicación, mi sacrificio. Fue una conversación muy enriquecedora, para mi, no sólo era darle información sino aprender y darme cuenta, que la cosa iba muy en serio. Aquello que había empezado iba a cambiarme la vida.
Foto Antes y 24 semanas Después del Programa de entrenamiento
Medirlo todo, primer secreto para conseguir resultados
Lo último que hizo fue medirme. Nunca antes nadie lo había hecho. Midió el contorno de mi pecho, mi cintura, mis piernas, mis brazos… y luego sacó un plicómetro y midió los pliegues de grasa de determinados puntos de mi cuerpo. Yo estaba alucinando… me recordaba a aquellas imágenes que salen por la televisión de los jugadores de fútbol que pasan la revisión médica.
Finalmente… me dijo: «ves? ahora sabemos cuál es tu situación real… y la podremos comparar mes a mes con tu evolución. Esto te hará ver que sí hay cambios en tu cuerpo y te motivará lo suficiente para seguir adelante y conseguir tu objetivo..«.
Comparativa de las mediciones 24 semanas después
Segundo secreto: Planificar el entrenamiento, la nutrición y el descaso
Y así lo hice. Los siguientes 6 meses fueron muy intensos… entrenaba 4 días a la semana en el gimnasio, uno de ellos junto a él. Aprendí cómo se entrena de verdad, qué intensidad tener en las sesiones, series, repeticiones, descansos… Descubrí el pulsómetro (y yo pensando que eso sólo lo usaban los runners hehehehe). Tal y como me dijo, cada mes medíamos resultados y veíamos las mejoras.
Descansaba 3 días a la semana… miércoles, sábado y domingo. Trataba de dormir 8 horas cada día y sobre todo, ser constante. No podía fallar…
Aprendí a comer BIEN. Y con bien me refiero no sólo a las cantidades necesarias sino a la calidad de los alimentos. Puse mucho de mi parte, mucho sacrificio y voluntad… y después de 24 semanas, después de pasar por 5 rutinas distintas de entrenamiento y 3 dietas… pude comprobar los resultados en el espejo. Ya no eran simples datos… eran resultados visibles. Nunca podía imaginar que esa persona era yo… se que para ti puede que no sea suficiente, pero para mi era comprobar con mis propios ojos que sí se puede. La diferencia entre una foto y otra eran 6 Kilos de masa muscular extra!!! Si te lo propones en serio, puedes cambiar.
Mi actual entrenamiento… (mejorando lo presente)
Lo más fácil cuando uno llega al éxito, a «su éxito» es dejarlo. Mejorar es complicado pero incluso mantenerse, se hace a veces tarea imposible. En mi caso, podía haber pensado que lo tenía todo hecho y ser conformista. Podía caer en el error de saltarme el entrenamiento uno de los días de la semana, de no hacer la dieta el fin de semana… pero eso me hubiera llevado a la casilla de inicio.
Tanto esfuerzo para tirarlo por la borda.. ¿Estás loco? Sentirme bien conmigo mismo es mi principal objetivo. Entrenar cada día me implica comer mejor… y comer mejor me implica tener más energía y estar de mejor humor para afrontar la vida. Cuidar tu físico es el primer paso para sentirte bien psicológicamente.
He decidido seguir cuidándome. Y si ello implica mejorar visualmente mi físico estaré encantado. Pero mi salud es lo primero. Después de los primeros 6 meses de entrenamiento llegó el verano… y el descanso. Sí, el cuerpo necesita descansar y recuperarse de una época de mucho estrés físico. En septiembre volví a la rutina, volví al gimnasio y a entrenar.
Pero a partir de ahí… ya es un capitulo a parte que te contaré si te suscribes a mi blog… te animas a cambiar tu vida como yo lo he hecho?
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